Apuntes para un cambio estratégico: hombres e igualdad sustantiva
Introducción
GENDES, A.C. es una organización especializada en el trabajo con hombres que promueve y fortalece relaciones igualitarias para contribuir al desarrollo social mediante procesos de reflexión, intervención, investigación e incidencia desde la perspectiva de género —con enfoque en las masculinidades—, la inclusión y los derechos humanos.
Masculinidades
El tema de las Masculinidades en el ámbito de la política pública es de reciente data, pero aun así existen diversas de propuestas y experiencias, tanto por su alcance municipal o nacional como por los objetivos y problemáticas que pueden rescatarse.
Es importante destacar que en México, tanto desde la academia como desde las organizaciones de la sociedad civil (OSC), y de manera limitada algunos gobiernos (en los niveles federal, estatal, municipal), hay un acercamiento para incorporar el tema de las masculinidades en la política pública. La mayor contribución ha sido en temas relacionados con la atención a hombres que ejercen la violencia (creación de modelos, diseño y desarrollo de campañas de comunicación) y el incremento de medidas de sanción; a su vez, en menor número, hay iniciativas relacionadas con la prevención o, de manera más general, con la erradicación de roles y estereotipos que contribuyan a construir una igualdad de género sobre bases más sólidas.
El propósito de GENDES al presentar esta agenda es que la administración pública (tanto federal, como estatal y municipal), así como los Poderes Legislativo y Judicial, tengan referencia de las acciones que podrían realizarse para involucrar a los hombres en temas de igualdad de género.
El amplio proceso electoral de 2024 implica la renovación de muchas posiciones en los gobiernos y legislaturas del país, así como en diversos ámbitos geográficos y jurídico-administrativos. En ese contexto, a fin de que las propuestas aquí contenidas sean pertinentes, se decidió tomar como referencia la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (LGIMH), a partir de la cual se pueden identificar las posibles acciones de trabajo con hombres que son susceptibles de incorporación a los planes de desarrollo, programas sectoriales y agendas legislativas. GENDES refrenda así su compromiso de seguir abonando a la igualdad de género, ofreciendo elementos resultantes del análisis crítico de las masculinidades.
Propuesta
La premisa en la propuesta de GENDES es que, para lograr la igualdad, se requieren acciones diferenciadas según el género de las personas. Tomemos como ejemplo las disposiciones actuales en relación con la violencia contra las mujeres: por un lado, se han establecido acciones de protección a las víctimas, así como medidas para atender sus condiciones de vulnerabilidad —psicológicas, económicas, legales, etc.—; por otro lado, en cuanto a las personas agresoras, se prevén programas reeducativos para que se modifiquen las actitudes y comportamientos que dan origen a sus acciones de violencia. Ambas disposiciones son esenciales, pero el enfoque de nuestra propuesta es que deberían considerarse las medidas que incidan en la raíz de la problemática, es decir, aquellas necesarias para prevenir la violencia.
Cuando dimensionamos de este modo el problema, nos percatamos de que es necesario impulsar un enfoque diferenciado: para las posibles víctimas, se requiere cuestionar los aprendizajes relacionados con la sumisión; para quienes tienen mayor posibilidad de ejercer la violencia, ha de incidirse en los modos de pensamiento basados en la superioridad de un género sobre otro. Aquí habría que agregar que este tipo de medidas demandan acciones que incidan tanto en la cultura, como en el pensamiento individual de las personas.
De manera general, la sensación que queda al leer la LGIMH es que cuando se habla de hombres y mujeres lo que se busca es “subir” a las mujeres al “sitio” que ocupan los hombres (en términos de derechos y oportunidades). Sin embargo, esto deja de lado el hecho de que el género también implica relaciones y, entonces, las acciones positivas o de equidad dirigidas a las mujeres deberían acompañarse de medidas que incidan también en la interacción de los géneros. Por ejemplo, no basta con establecer el derecho al trabajo, sino que es necesario incidir en las dinámicas relacionales que permitan construir un entorno laboral positivo. En resumen, incorporar a los hombres a la política pública implica realizar acciones dirigidas específicamente a este sector de la población y que estas contribuyan a la igualdad sustantiva.
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